Al principio, cuando Albertina nos dio esta oportunidad para compartir nuestras historias en la conferencia de MALCS, pensé en quién la recontaría, cómo la usarían y si la manipularían. Estos sentimientos de duda y coraje me dieron ganas de irme del taller, no por querer faltarle el respeto a Albertina sino porque mi historia es sagrada. Incluso así, a la edad de 23 y tal vez debido al área de estudio que escogí, he adquirido un resentimiento a la academia, a la sociedad y más.
Con una gran contemplación es que decido contar mi historia.
Me llamo Sonora, nací y crecí en Albuquerque, Nuevo México, en donde el vasto cielo azul, las montañas color sandía y las calientes noches de verano me envuelven y protegen.
“Oigo las plumas que me rodean en este taller garabateando sus memorias más íntimas. Pienso en lo vulnerables que podemos ser, y al mismo tiempo la motivación en nosotros a través de nuestra palabra escrita. Me siento muy orgullosa de tener un lugar dónde compartir mi historia y reconozco lo único y hermoso que es.”
Un día espero contar mi historia con mujeres de todos lados, aunque no creo que este sea el momento o el lugar para darme a conocer en esta hoja, para abrir mi corazón a un grupo de extraños aunque creo que tienen hermosas intenciones para alentar a mujeres jóvenes como yo.
Gracias por la invitación a pensar y reflexionar sobre mi historia…
La cronista Sonora estudia la licenciatura en la Universidad de Nuevo México. Nací y crecí en Nuevo México.