Bajaba las montañas sentada y cruzamos un rio a las 2 de la mañana. Yo sentí que por poco y me arrastra. Había víboras de cascabel. Las escuchamos, pero Dios es grande y nos ayudó a llegar a este país.
Los traumas en nuestra vida de niño realmente pueden impactarnos como adultos y muchas personas no hablan de ello porque no saben cómo o qué reacciones otras personas tendrán a sus historias en la vida.
Mi familia estaba pasando por dificultades financieras y emocionales debido a la enfermedad tacita que mi madre había estado ocultándonos. La única solución que mi madre sabia para alimentarnos era reavivar la relación con el hombre que engendro a algunos de sus hijos.