Bajaba las montañas sentada y cruzamos un rio a las 2 de la mañana. Yo sentí que por poco y me arrastra. Había víboras de cascabel. Las escuchamos, pero Dios es grande y nos ayudó a llegar a este país.
Los traumas en nuestra vida de niño realmente pueden impactarnos como adultos y muchas personas no hablan de ello porque no saben cómo o qué reacciones otras personas tendrán a sus historias en la vida.