La refinería


Tenemos la refinería que desde hace años ha estado contribuyendo al deterioro de la salud de los latinos. Además, como los latinos son los que viven por la refinería, los índices de asma son muy altos. La gente se enferma todo el tiempo de problemas respiratorios porque la refinería sigue contaminando este lugar. Por eso me gustaría poder hacer que más latinos participen porque desde el año pasado en que sucedió la explosión, he estado yendo a reuniones del concejo municipal y he estado trabajando con diferentes grupos de la comunidad y no hay latinos.

Decidí hacer esto porque soy educadora de salud y me dedico a salud ocupacional y a seguridad. Trabajo para la Facultad de Salubridad en UC Berkeley. Somos de los pocos programas que brindan educación en el lugar de trabajo. Así que cuando sucedió la explosión, como brindamos mucha información técnica, algunas de las organizaciones de la comunidad se pusieron en contacto con nosotros para que participáramos. Vivo en Richmond, así que fue perfecto. Participo aunque no quiera, así que he estado haciendo mucho trabajo de voluntaria todos estos años. Pero, esta vez fue una experiencia muy cercana a mí porque también pienso que he estado expuesta y que me ha perjudicado aunque todavía no tengo asma, pero cada vez que me enfermo mis problemas respiratorios son horribles y siento que empeoran con cada año que pasa. Así que creo que me ha perjudicado como a todos los demás.

Por eso empezamos a trabajar con las organizaciones y me di cuenta que los latinos no estaban viniendo a las reuniones del concejo municipal. La comunidad asiática es muy fuerte, muy organizada y están levantando la voz y expresando sus preocupaciones, pero los latinos no están ahí. Y

“…somos el cuarenta por ciento de la población. ¿Por qué no estamos en el debate?”

Hay muchos latinos que están indocumentados y por eso tienen miedo. Hay muchas oficinas que brindan servicios, pero hay una fragmentación y segregación que hace que la gente no trabaje en conjunto. Pienso que no saben lo que pueden hacer.

Vivo en Richmond y he trabajado 14 años con diferentes organizaciones de la comunidad para mejorar las condiciones que tenemos en Richmond. Sin embargo, con la explosión hace un año de la refinería, he intentado aumentar la participación de los latinos porque no están presentes. Quiero decir que, somos el cuarenta por ciento de la población pero no estamos en el debate. Así que me gustaría de verdad ver a más mujeres participar.

Esa es parte de mi historia que hoy quería compartir. Tengo familia y me ocupa, es difícil pero al mismo tiempo, como dije hoy cuando nos presentamos:

“…estoy esperanzada. Creo que este es nuestro momento. Este es el momento para que los latinos estén presentes. Estoy cansada de que no podamos estar presentes y que tomen decisiones que nos afectan; de gente que hace decisiones por nosotros  y habla por nosotros. Así que, se siente bien. Estoy ocupada, es caótico y estoy cansada todo el tiempo pero creo que está bien.”

Algunas de las cosas que intentamos hacer para que la gente participe es que hacemos el esfuerzo. La educación ha sido lo más eficaz al brindar cursos entorno a la justicia medio ambiental y temas medio ambientales. Así la gente que viene a la clase aprende de los temas porque creemos que la educación es clave en todo. Si la gente puede elaborar y hablar elocuentemente sobre los hechos, eso va a ser una forma de participar, de tener un espacio equitativo porque no tenemos voz.

-¿La gente entiende la gravedad de la situación? -Sí, porque se ven afectados, tiene consecuencia en ellos. La mayoría de sus hijos tienen asma. Se levantan en la mañana y los autos están llenos de polvo. Es obvio que proviene de la refinería. Y no es el único contaminante, hay otras fuentes. Pero, es el contaminador más grande en el área.

Cuando la explosión sucedió, afortunadamente el humo no llegó directamente a donde vivo. Vivo en las afueras de Richmond. Pero tengo muchas amistades y gente que conozco ahí. He participado en el jardín de la comunidad y todas las plantas desaparecieron porque estaban llenas de polvo. Los dedos se nos llenaban de polvo negro si las tocábamos. Todas las plantas estaban cubiertas y era época de cosecha. Así que perdimos todas las cosechas. Y las escuelas estaban trabajando muy duro para crear esos jardines de la comunidad y la gente trabajó muy duro todos los fines de semana. Después, el departamento de salubridad siguió diciéndole a la gente que se lavara y que no habría problema, pero ¿cómo puede uno sentirse cómodo viendo que el tomate está completamente cubierto de polvo negro?

Así que, la gente sabe. La gente se ve afectada. Creen que necesitamos hacer algo pero yo también creo que se sienten desalentados. La refinería siempre llega con una apelación. Son muy poderosos y la última cosa que hicieron fue que nos dijeron que tienen un gran plan para reconstruir el área. Nos dieron la bienvenida a leer el informe de cuatro mil páginas. Y sí, ‘queremos la aprobación de la comunidad y le damos la bienvenida a todo mundo a darnos su opinión y aquí está el documento, léanlo, y luego dennos retroalimentación’. ¿Quién va a tener tiempo de leer cuatro mil páginas?

 

La cronista Dinorah Barton Antonio es de El Salvador y vive en Richmond, California.

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