Mi experiencia migratoria informa quién soy y quién me esfuerzo por ser. Creo firmemente que no sería la persona que soy hoy si hubiera crecido en Tijuana y hubiera asistido a la escuela allí. Tuve la suerte de tener un increíble sistema de apoyo que me guio a través de mi lucha – como una joven lesbiana mujer de color.
“Comencé a internalizar la opresión sistemática arraigada dentro y fuera del sistema escolar, pero mi familia y mi comunidad siempre me apoyaron.”
Creo que esta es la razón principal por la cual tuve éxito en aulas que nunca fueron destinadas a personas como yo. Por eso también me esfuerzo por perpetuar este ciclo en mi presente y en mi futuro. El amor es lo que me salvó.
“Mi locura es sagrada. No me toquen.”
La cronista Aimeé Molina-Cuellar no proporciono biografía.