Ha sido difícil luchar para alcanzar “el sueño americano”, pero pronto me convertiré en la primera de mi familia en graduarse con una licenciatura y trabajar en el campo de la enseñanza.
Ella era fuerte, muchas veces silente, difícilmente regalaba caricias, la interacción con ella era de trabajo en casa y los domingos nos premiaba a mí y a mis 8 hermanos con tortillas hechas a mano y salsa del molcajete,
Hace unos cuantos años, yo no sabía si identificarme como Chicana o como Latina ni como Americana. El haber aprendido a leer acerca de la historia detrás de estos identificadores me ayudó a comprender más acerca de Mí.
Pero hay algo especial en las mujeres porque no perdemos la alegría, no perdemos la esperanza. Porque cada cosa que hacemos, la hacemos con la alegría...para que...otras personas vean el empeño que ponemos en querer sobrevivir.
...mi familia vivió en El Salvador y sobrevivieron la guerra en los ochenta. Ella me cuenta muchas historias de la violencia que ella miro y también de toda la gente que no sobrevivieron la guerra...No, no puedo, no me puedo imaginar en su posición cuando ella tenía 15 o 16 años.