La idea es ayudar a otros


Mi nombre es Havee. Yo recontó una historia mía.

Voy a contarle de historias que yo he escuchado. Son cosas que duelen escuchar porque no imagino como seria estar en esa situación o como seria crecer así como una niña.

Mi padre, mis padres, fueron alcohólicos también. Muy jovencito (mi padre) salió a trabajar desde los once años. El tuvo que mantener a su familia como desde los once años y ya fuera de su casa, de la familia, fuera del estado. Entonces, tal vez en ese recurso, en esa falta de tanto amor fue que tuvo que recurrir a drogarse, emborracharse y todo. Y borracho se junta con mi mamá.  El 16, mi mamá de los 15 años se la roba. Sin educación. Primero tal vez ocho o diez años de la vida de ellos fue así como vivieron.

Afortunadamente, yo ya naci mas tarde. Soy la cuarta hija de seis hijos. Entonces durante el tiempo que mi madre estaba embarazada de mi, mi papá dijo que simplemente sintió la necesidad de ir a una iglesia cristiana. Tuvo que caminar como seis horas para llegar.

Después de eso el siguió yendo a esa iglesia, conociendo todas las personas. Entonces cuando yo nazco pues ya yo no tengo ninguna memoria este de mi papá si nos insulte o nos grite, nada de eso, entonces yo, yo no mas escucho y me duele porque como, ¿cómo es posible?, que un niño crece con ese miedo y esa trauma, pero afortunadamente nada que yo compartí personalmente.

Mi padre poco después en los ochenta el empezó a venir aquí. Y creo que, desde entonces, dice mi papá, es una persona muy estable. No tuvo educación formal porque no era posible en el aquel entonces pero el siempre se ocupo de su servicio cívico, de su servicio como humano, y ayudar a otras personas.

“Entonces ese es el ejemplo que yo tengo de mi padre que el simple podía planear en tener un proyecto de veinte, treinta años después de que en un futuro estaba sembrando lo que íbamos a pagar aquí en este otro lado de la frontera. Entonces él empezó a solicitar que se arreglaran los documentos nuestros. Eso fue en los ‘80’s, ’84, ’85.”

Yo vengo llegando a este país en el ‘94 pero para entonces las cosas ya estaban en proceso. Cinco meses y bueno ya obtuvimos la residencia y todo pero porque mi padre muchos antes él había planeado que esto tenía que pasar. Y entonces mi mamá va por mí allá en Oaxaca.

De hecho dijo – Okay, porque ustedes tienen que ir a estudiar. Yo no quiero que vayan de grande porque entonces seria llegar a lo mismo.

-¿No importa lo que yo quiera? Yo no me quiero ir. Yo ya era una señorita. Yo ya tenía 14 años. – ¡No! ¡No! ¡No! ¡Yo no me quiero ir! Yo me quiero quedar aquí con mi abuelita. Al final con mas…sin ganas de venir.

Luego ya llegando aquí fue muy difícil para mí. Pues imagínate, tienes toda una vida allá, o al menos eso crees tú, ser una adolescente de trece años después te re-ubicas en un país donde no se habla tu idioma. Hablan algo completamente tan diferente y tan ajeno. Realmente, fue muy difícil y ahora con todas las barreras que encontré yo al llegar aquí. Tan discriminada y por los compañeros mexicanos por hablar una idioma indígena.

Bueno mis papás, dicen – Bueno, mira hija, yo todo lo que puedo proveer por ti es comida y techo. Lo demás yo no puedo hacer nada. Hágale como pueda, y tendrá su respuesta.

Afortunadamente yo también tenía mis propias metas después ya que tomo un poquito de tiempo ajustar me aquí.  Pero si, también abrí mi propio sendero.

Y bueno seguí estudiando y actualmente tengo una maestría de la universidad de San Luis Obispo y como precisamente allí quedo, no allí termino,  pues quise hacer eso, ser muy independiente. Yo siempre desde muy pequeña  y de hecho mi madre porque mi papá la mayoría del tiempo estuvo aquí trabajando para mandar algo de dinero y para poder ir a la escuela y comprar lo que necesitábamos.  Entonces mi mamá siempre trabajo siempre fue muy fuerte, independiente.  – Y yo soy la jefa, y si no está el papá soy yo. Y siempre nos inculcaron eso, hagan todo lo que puedan hacer. Mi papá no escuche que dijiera – Hay no hagas eso. No. ¡Si podíamos!

Entonces pues yo me siento muy satisfecha en lo personal de todo lo que he logrado. También fue muy difícil. Con toda esa responsabilidad yo quiero seguir ayudando. Actualmente tengo mi trabajo. Me encanta lo que hago. Trabajo en educar a las mamás con sus bebes recién nacidos como deben de ayudarles para que siempre se desarrollen a lo máximo.  ¿Cuál es su potencial? Encontrar ese apoyado desde que antes de que nazcan. Me encanta mi trabajo. Me encanta que no mas trabajo de lunes a jueves. Entonces cada fin de semana estoy participando en muchas cosas.

Y eso yo creo inconscientemente fue lo que mi padre me inculco desde la memoria que tengo. Es lo que se ha visto día a día. No es nada mas lo económico siempre hay que ayudar a los demás si uno puede. Yo vengo con todas esas enseñanzas.

Afortunadamente a mi compañero también le encanta. Desde pequeño ha sido activo. Ha estado aquí desde los seis años. Estamos como chapulines. Brincando de un lado a otro haciendo una cosa u otra. Para todos lados nos hemos ido. A la Casa Blanca. ¡Conocimos al presidente! También conocimos a La Paz, llevamos unos jóvenes. Reevaluar, reconectar – ver sobre las escuelas de Oaxaca.

Muy afortunada. Para sufrir, nunca lo he sentido. Mis papás siempre fueron muy buenos con nosotros, claro– muy estrictos. Pero nunca fueron gritos ni castigos drásticos…..nos criaron de la mejor manera.

A mí me encanta todo eso porque puedo…para poder ayudar. La idea es esa. De poder aprender para ayudar a otros.

 

La cronista Havee es mujer Mixteca, Oaxaqueña. Educadora a jovenes, madres y a la comunidad por medio de la cultura para crear cambios positivos en la comunidad. Havee redactó esta historia durante el taller Líderes Campesinas: Sembrando el Futuro, realizado en Greenfield, California.

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