Mi vida


Hace poquito escuche un persona decir que si dices la verdad todo el tiempo todo va estar bien, si mientes una mentira lleva a otra. Yo desde que conocí a este hombre en verdad como que lo mire como un amigo. Yo tenía en mi mente no casarme nunca. Yo tenía una idea errónea pensando que todos los hombres de Oaxaca son así.  “Yo no quiero un hombre de Oaxaca.” Pero yo estaba haciendo mal porque era no más esta información que yo había tenido en mi niñez. Yo decía, -“Dios mío, no permitas que yo nunca me case con un hombre de Oaxaca. Es más, ¡nunca me voy a casar!” Siempre tuve eso en mi mente.

Mas seguí, conocí a mi esposo. El es de Acapulco, Guerrero. Y él me decía, “Yo quiero compartir contigo un poquito de mi vida. Yo sufrí mucho, vi a mi madre sufrir.”  Dije, “Tu estas repitiendo lo mismo que te conté de mi vida o algo así.” Me decía, “No no más tú pasaste por eso (violencia domestica). Yo también. Nunca voy a volver a repetir eso.” Yo decía, “Esto solamente lo está diciendo para impresionarme.”

Paso el tiempo. Dos años, bueno un año completo. Después estaba yo viendo que estaba planeando mi boda. Yo decía, “Hey, ¿que estoy haciendo? ¡Porque si yo nunca me voy a casar! ¿Por qué estoy haciendo esto?” Llevamos un año, fue algo muy bonito para mí. Pero para lo que es mi comunidad oaxaqueña, a los 22 años, bueno a los 21, yo solita planeando mi boda, como que era “Ok, ya estas fregada.” Entonces era algo muy bonito para mi, algo diferente. A pesar de que tenía otra mentalidad yo porque estuve todo el tiempo viviendo en Tijuana.

Así paso el tiempo. Yo no más, yo como que estaba pensando bueno ahorita es el principio. Por eso el esta así, pero va llegar el tiempo en que el va empezar a golpearme. Y yo creo que a lo mejor eso va tener que pasar. Entonces Yo siempre estaba con eso. A lo mejor el me va golpear y ¿Qué va a pasar? Tenía que ser así. Yo pensaba que tenía que ser así.

Yo creo que por lo mismo que yo viví yo empecé mucho a usar malas palabras. Porque era la única niña entre seis niños, y no quiero justificarme.

Entonces él empezó a hablar conmigo. Me dijo, “Sabes que, ¿Recuerdas cuando fuimos a la iglesia y juramos estar en las buenas y en las malas y también sabes si tú me faltas al respeto se va todo?”  Yo me sorprendí cuando lo escuche porque yo use una muy mala palabra. Y él me dijo ¿Sabes, que entiendo yo por esa palabra? Que tú me estas confundiendo con otra persona. Por eso me estás diciendo así. Pero yo no te voy a decir nada. Yo no sé qué es lo que tú quieres pero yo no te voy a maltratar.  Porque a lo mejor eso fue lo que lo que tu viviste, lo que tu viste.

“Y yo me sorprendí tanto por que dije porque si le estoy diciendo esa palabra y ¿él se ofende tanto porque no me dice nada? El me dijo, “Recuerdas que nos casamos bien. Prometimos ante Dios cuidarnos.”  Como que me quede pensando “dime de qué planeta vienes. “ Y me dijo él, “¿Vamos a tratarnos con despecho? Ahorita no tenemos niños, pero si Dios nos regala niños, no queremos estar haciendo esto delante de ellos.” Entonces yo comprendí que Dios quería algo diferente para mi vida, algo diferente de lo que yo viví antes en mi niñez.”

Poco a poco fui tratando de entender de que Dios tenía algo diferente para mí. Yo estuve un poquito tiempo agarrando ayuda profesional pero no era por lo que me pasó en mi niñez. Era porque yo no podía salir embarazada.  Tarde dos años sin poder embarazarme. No sé, a lo mejor se debía a que yo trabaje en el campo. Nunca lo había pensado así porque desde que me case con mi esposo, fue el último año que trabaje en la fresa. Me dijo, “No. No vuelves a pisar el campo. Yo me encargo. No vuelves a pisar el campo.” Yo le dije, “¿Pero  porque? El campo no es nada malo. Ya me acostumbre. Tengo nueve años.” El me dijo, “No. Vamos a buscar un trabajo diferente para ti.”

El me acomodo en una clínica, de intérprete.  Estuve en un clínica trabajando. Después de eso, estuve solamente un año. Después me moví a una fábrica de guitarras donde me decía vas a estar trabajando conmigo. Es que ocupan una supervisora y es justo lo que tú sabes hacer. Le dije ok está bien. Me moví. Estuve trabajando allí por ocho años.

Tarde dos años para embarazarme. Pero como yo había en mi niñez sufrido una caída yo me quede en mi mente que a lo mejor no iba a poder tener bebes y era un trauma para mi grandísimo. Yo estuve agarrando ayuda profesional. Pero como ser humano yo pienso que necesito, hasta ahorita estoy como pensando, digo, “No. Yo necesito ayuda profesional.”  Yo digo que lo he superado. Pero pienso que no. Me siento bien hablándolo. Como ahorita ya me siento fuertísima hablándolo porque antes yo hasta caía al piso y era muy duro para mí. Como ser humano que soy los sentimientos están allí. Me siento más fuerte. Lo puedo hablar.

Yo trabajo aparte de con Lideres estoy también sobre una organización. Trabajo para  mi comunidad oaxaqueña.  Y he tenido la oportunidad de compartir con mi comunidad. A lo que quiero llegar con eso es que a veces un piensa que no pues yo sola yo lo voy a dejar atrás esto. El sentimiento sigue ahí. Entonces es bien importante que nosotros como oaxaqueños consigamos, es muy importante la ayuda profesional.

Entonces estaba hablando con mi esposo me dice bueno vamos a buscar ayuda. Y si quieres yo me quedo con los niños. Y él se quedo con los niños. Y gracias a mi madre. Que me ha apoyado demasiado. Mucho, mucho, mucho. Yo creo que es otra de mis razones fuertes para estar arriba, para estar de pie.  Mis hijos, mi madre y mi esposo. Que a ella la conocí primero que  mi esposo. He tenido demasiado apoyo de mi madre. Demasiado, demasiado, demasiado a punto que ella vive conmigo. Yo no batallo nada con mis niños. Desde que nacen ella se encarga de ellos. Trabajo, mi madre está ahí todo el tiempo. Tengo mucho porque agradecer a Dios. Es muy importante la ayuda profesional. Se hace falta dar para poder dejar atrás.

Lo que deseo para mis hijos con toda mi alma es que sean personas de provecho. Que estudien lo más que puedan, que lleguen al estudio superior. Es el regalo más grande que obtendré en mi vida y podre decir, “fui una buena madre.” Le pido a Dios que me de vida para poder ver a mis hijos convertidos en universitarios y títulos que ellos decidan.

Agradecida al Creador.

 

La cronista Cielo es organizadora de la comunidad y Oaxaqueña.

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