Una infancia bonita


Mi infancia fue muy bonita. Mis padres siempre me protegieron. Mi padre siempre estaba enfermo. Mi madre lo cuidaba con mucho amor. Ella hacia tortillas para vender. Ella y yo hacíamos servilletas y las vendíamos para que yo pudiera comprarme unos zapatos y vestido.

“Cuando yo tenía 14 años mi padre murió y mi mama quedo muy débil. Ya que ella no se alimentaba para darle lo mejor a mi papa.”

Un día, unos meses después que murió mi papa ella se cayó y se quebró una rodilla. Mis hermanos y yo no supimos que hacer. En nuestra ignorancia una señora la sobaba pero su rodilla se hincho mucho y la llevamos al hospital. Ahí nos dijeron que su rodilla estaba quebrada. A los pocos días ella murió de un paro cardiaco. Eso nos dijeron. La gran duda que nos queda es que cuando la llevaron a la casa ya muerta ella llevaba las dos piernas y la cara vendada y ahora pensamos que le hicieron a mi madre eso. Nunca lo sabremos, solo Dios.

 

La cronista Jenefer vive en California. Ella compartió su historia en el taller Lideres Campesinas: Sembrando el Futuro en Greenfield, California.

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