He tomado muchos entrenamientos sobre pesticidas y condiciones del campo y a pesar de toda la información que hay en los medios siento mucha necesidad de dar más información.
Yo iba a la escuela, regresaba y hacia mi tarea, después salía a jugar con mis amigos. ¡Me sentía tan bien! Me encantaba mi vida en ese entonces. Fue como si me hubieran quitado un gran peso de mis hombros
Desde ese momento he participado de entrenamientos, muchas reuniones educativas y me enseñaron a saber nuestros derechos y a saber que como mujeres valemos mucho.
No soporto el que hablen del color de piel y crean que eso las hace diferentes y mucho menos en este país donde habremos personas de todas las naciones y eso es lo que hace de este país tan hermoso - la diversidad.
...me respondió: “Un título en Historia no va a pagar las cuentas, ¿por qué no mejor estudiar para ser enfermera? Les pagan bien”. Yo le dije que no me interesaba la enfermería y que la idea de ver sangre me daba nauseas. Además, yo quería dar clases, no trabajar en un hospital.
Aunque sabía de desigualdad racial, nunca me hice un juicio crítico al respecto. La primera vez que desperté fue a través del feminismo. Mis experiencias como mujer fueron más fáciles de articular que mis experiencias raciales.