Desarrollo


llego el día de partir con su tía a rumbos desconocidos con su tristeza pero con la esperanza de olvidar aquello que la hacia sufrir.

La jovencita


A pesar de una dura infancia en la que perdió a su madre muy joven en Nicaragua, Abuelita siguió luchando por una vida mejor.

La abuelita y la nieta


Historia de esto, perdida y dolor y como necesito fortalecerme y encontrar formas de autocuidado para poder seguir cuidado a los otros.

Mi historia (pandémica)




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Aunque tenía piernas bonitas, sus rodillas estaban dobladas juntas en una posición extraña en el centro. Siempre prefirió mantenerlas cubiertas.

Las rodillas de mi madre


No vi que los espejos que foraban esa habitación tenían otro lado, un lado de la historia de mi familia que fingíamos no ver.

Que Lio



Ya conociendo allí en la escuela más madres de familia. por allí me enteraba yo, que alguien ocupaba para que les cuidara sus hijos para irse a trabajar, y yo me ofrecí en ese tiempo. Le digo, -Bueno, yo estoy en casa, mi esposo, mis tres hijos trabajan. Yo les puedo cuidar sus hijos,

Esa es mi historia


Vinimos con la esperanza de estar mejor económicamente y entre los dos trabajando tendríamos mejor vida para nuestras dos hijas.

Todo es posible


Disfruto compartir una de mis pasiones como cocina; cada fin de semana preparamos comida para después ir en busca de los menos afortunados y entregar ese alimento caliente haciéndoles saber que no importe en la situación que se encuentren siempre existe alguien que piensa y les toma cariño,

Continuación de mi historia



Lo cuenta con mis hijos pa que ellos sean buenos papás con sus hijos. Nosotros sufrimos harto pues no había comida, había poquita, no la desperdiciamos.

Yo tenía ganas de estudiar