Desconsuelo


llego el día de partir con su tía a rumbos desconocidos con su tristeza pero con la esperanza de olvidar aquello que la hacia sufrir.

La jovencita



Ya conociendo allí en la escuela más madres de familia. por allí me enteraba yo, que alguien ocupaba para que les cuidara sus hijos para irse a trabajar, y yo me ofrecí en ese tiempo. Le digo, -Bueno, yo estoy en casa, mi esposo, mis tres hijos trabajan. Yo les puedo cuidar sus hijos,

Esa es mi historia



He tomado la pluma una vez más para dejar que mis palabras floten hasta donde puedan verlas.

Escribir para ser libre