Bueno, el día de hoy yo quiero contar de mi vida. Yo soy la segunda de nueve hermanos. Somos cinco mujeres y cuatro hombres, siempre estuvimos junto con mi papá y mi mamá. Lo que yo recuerdo mucho de mi niñez es que yo jugaba, corría sin preocuparme de nada. Caminaba a la escuela junto con mis hermanos y siempre que caminábamos a la escuela y son momentos muy felices cuando los momentos que siempre compartí con mis hermanos y mis papás eran hermoso.
Cuando yo tenía que ir a la preparatoria era una persona muy tímida, extrovertida al grado que mi mamá me acompañaba los primeros días a la preparatoria y después yo me iba sola. Yo estudie la carrera técnica en trabajo social y eso me ayudo mucho a relacionarme con las demás personas desde luego siempre me gustó y sentía la conexión con las demás personas y podía tener esa disponibilidad para ayudar a los demás y así pues el tiempo de que andaba en la comunidad dando mi servicio y mis prácticas y eso a mí me gustaba y me llenaba de mucha satisfacción y después de esa etapa de que yo termine la preparatoria.
Como a los dos meses que yo terminé la preparatoria comencé a trabajar, pero trabajé en una tienda de productos de belleza y porque para mí fue no fácil ejercer lo que yo había estudiado pues no tener quizás alguien que me pudiera asesorar o ayudar. Bueno, pero yo trabajaba y en mi trabajo era como vendedora de productos de belleza y después ocupe el puesto de secretaria. Estuve en la oficina como haciendo parte de facturación, contestando teléfono y dar cotización de precios por teléfono y posteriormente estuve de encargada de dos tiendas de la cadena que yo trabajaba. Yo me encargaba de todo.
“Yo en este trabajo dure doce años y para mí fue una experiencia muy bonita porque me gustaba lo que hacía y al mismo tiempo yo tenía muy buena comunicación con todas las personas o clientes que acudieron a la tienda y no se diga en cuanto a mi jefe era una persona excelente. Siempre valoro mucho mi trabajo y todo momento me daba el valor como trabajadora “
y yo dure doce años sino ha sido por mi esposo que cuando yo lo conocí él me propuso que fuera su novia, pero yo no le creía porque yo estaba en Monterrey y él se iba a venir a California.
Bueno, yo me dije lo voy a intentar y nos tratamos como dos semanas y fue algo maravilloso y cuando se llegó el momento de que él se tenía que venir yo sufrí mucho. Yo sentía que me falto algo muy importante en mi vida y cuando él se vino yo llore mucho y esperando que él me hablara y no hablo hasta el siguiente día. Me hablo y después nuestra relación era solamente por teléfono y cuando pasaron ocho meses, mi esposo que actualmente era mi novio regreso a los ocho meses y nos casamos y actualmente tenemos catorce años de casados. Tenemos tres hijos, una hermosa princesa de trece años y tuvimos cuates de nueve años y en el cual agradezco a Dios porque me regalo la experiencia de tener la bendición de tener cuates y aún más porque dentro de esa gran bendición me regaló un angelito muy especial, mi hijo con síndrome Down.
Yo quizás en ese momento quizás yo no entendía muchas cosas. Yo siempre me cuestionaba el por qué mi hijo estaba así, pero en ningún momento lo desprecie. Siempre lo vi con mucho amor y siempre está con él en momentos muy difícil de salud bien cuando era un bebe, pero gracias a Dios he tenido muchos retos con él y me ha ensenado muchas cosas bellas en él.
Él es mi inspiración para hacer muchas cosas en el cual siempre estoy muy involucrada en grupos comunitarios y siempre me doy mi tiempo cuando mis hijos están en la escuela. Es cuando yo me doy el tiempo de compartir con la comunidad como promotora de bienestar y ayudando a las demás personas y escuchando y orientándola y refiriendo a los diferentes recursos de la comunidad y uno de ellos es la misión de Lideres Campesinas ayudando a la comunidad que siempre tiene que hacer valer sus derechos y a mí eso me hace sentirme bien el que yo pueda ayudar o colaborar a que las personas conozcan sus derechos y me siento muy agradecida con Dios por todas las bendiciones que he tenido durante toda mi vida y en cada momento de mi vida y siempre me ha gustado crecer espiritualmente siempre y de esta misma manera inculcarle a mi hijo mis valores espirituales y eso me ayuda a tratar ser una mejor persona y gracias por compartir este momento con ustedes.
Créamelo que yo estaba pensando que voy a compartir bueno creo que me falta más cosas, pero eso es lo más importante que me ha pasado en mi vida. Muchas gracias por escucharme.
La cronista María C es mexicana. Es una mamá feliz de tres hermosos hijos, con la bendición de tener un hijo especial y esposo maravilloso.