“Estoy aquí porque mi esposa desea convertirse en profesora, y yo quiero apoyarla. El motivo por el que la apoyo es porque ese es su sueño, y también quiero que sepa lo mucho que los profesores influyen en la vida de sus estudiantes.”
Cuando yo era un niño pequeño, emigré a Estados Unidos con mi familia y, para mí, eso fue un momento de mi vida que me ayudó a crecer mentalmente; aunque es una experiencia que no le deseo a ningún niño.
Cuando tenía 7 años, me castigaban por acciones que las personas mayores consideraban a su juicio estaban mal y, para mí, eso no era justicia porque yo era un niño pequeño. Posteriormente, cuando logramos llegar a Estados Unidos, me inscribieron en la escuela y todo era nuevo para mí: la comida, el tipo de clases, el lenguaje de los maestros y, lo más importante, los colores de nuestra piel – blanco, negro, café, amarillo. Cuando era un niño, todo esto me resultó hermoso en un principio; pero después todo comenzó a derrumbarse, cuando me di cuenta de que los adultos separaban los colores, los idiomas y las culturas. En mi opinión, esto no era justicia. Cuando era estudiante y joven, me di cuenta de que eran mis propios maestros los que, tal vez sin darse cuenta, dañaban mentalmente nuestra alma y nuestro espíritu.
Tuve que aprender un nuevo idioma y, para mí, eso fue un gran obstáculo, porque ¿cómo podía aprender matemáticas, ciencias, historia, sin si quiera conocer el idioma? Para mí, la escuela fue una experiencia aterradora, todos esperaban que aprendiera lo imposible. Recuerdo que una vez quería ir al baño, y la profesora me dijo que no podía ir si no le pedía permiso en inglés, pero como no pude hacerlo, me oriné allí. Ese fue un día terrible en mi vida que nunca olvidaré y días así tuve muchos en esa época.
Soy muy inteligente; soy un inventor; y considero que tengo un gran corazón, pero de acuerdo con mi profesora yo sólo era un mexicano tonto. Yo creo que la justicia social comienza en la escuela con los profesores. Los maestros deben comprender que nuestra sociedad o la forma en la que se comporta la sociedad es el producto de la semilla que el sistema educativo ha implantado en todos los estudiantes.
“Los profesores son la solución para lograr que la justicia social se convierta en justicia real.”
Es por eso que vine aquí con mi esposa, porque no soy el único. Hay millones de niños en todos lados que necesitan de nuestra ayuda.
Actualmente, soy plomero profesional y me parece que es un trabajo muy importante, porque estoy ayudando a proteger la salud de la Nación. Considero que los maestros deben tomar en serio su trabajo, pues ellos están protegiendo la justicia de la Nación.
El cronista, Josué Serrano, es de México y es plomero. Él se dedica a proteger la salud de la Nación y apoya a su esposa, que desea ser profesora.